El pequeño dictador
Messi como situación interpretable en función de los intereses de quien la interpreta. El mejor de todos los tiempos, en un universo paralelo, en un micro-cosmos postizo donde es un pequeño dictador. Un tirano de medio metro que pasa de su entrenador, para hacer y deshacer alineaciones. El pequeño dictador es un mal compañero, un cáncer de vestuario, un egoísta que quiere jugar todo, no como Cristiano, que se sacrifica en aras del equipo y juega todos los minutos de todos los partidos de todas las temporadas para batir todos los récords. Messi es un pequeño dictador que rechaza ser sustituido, que abronca compañeros, convierte a los entrenadores en marionetas e impone la ley del terror en el vestuario, no como Cristiano, un atleta de otro tiempo que jamás abronca a compañeros, ni les culpa, ni se dirige a ellos con aspavientos, y que destaca por jugar siempre en beneficio del equipo y nunca en beneficio del suyo propio, porque él, jamás de los jamases, busca engordar sus estadísticas.