1. Sacar a un accidentado del coche. Si ha presenciado un accidente de tráfico, habrá comprobado el deseo de los testigos por socorrer a las víctimas hasta que lleguen los servicios sanitarios. La primera regla de oro es no movilizar nunca a los heridos. "Salvo un peligro inminente de explosión o de caída de objetos, nunca hay que sacarlos del coche ni cambiarlos de lugar. Solo hay que controlar cómo están”, subraya José Javier Varo, director del Servicio de Urgencias de la Clínica Universidad de Navarra.
La razón es el riesgo de que exista una lesión cervical. “Una fractura inestable de la columna cervical puede convertirse en una lesión medular si movilizamos a la víctima”, advierte Varo.